2 de marzo de 2009

más sobre la operación del BBVA

A finales de 2008, el BBVA, el Santander y Caixa Galicia compraron suelo e inmuebles a Martinsa Fadesa por 443 millones. Parece que su objetivo era cambiar deuda por suelo (ver Expansión) para maquillar sus cuentas anuales. En su momento ya dimos detalles de esta compra en lo que concierne al BBVA y a El Saboyal. Ahora vamos a analizar esta compra del BBVA más globalmente.

Los créditos del BBVA con MTF en julio de 2008 eran:

privilegio especial (hipotecas) 190.400.000
créditos ordinarios 3.400.000
total 193.800.000

El BBVA compra por 232 millones, con este detalle:
Buniel

18.200.000

Villanueva de la Cañada 15.200.000
Terrasa 20.000.000
Santa Fe 9.100.000
San Mateo de Gállego 19.800.000
Fuenmayor 10.200.000
La Joyosa 61.400.000
Peinado Grande (Málaga) 10.100.000
Costa Esuri 35.000.000
Badaguás 25.000.000
Sojuela 8.500.000
total 232.600.000

Una empresa en concurso de acreedores puede vender pero la cantidad obtenida no la puede devolver a ningún acreedor, ni siquiera con el permiso del juez, porque el pago de la deuda se debe realizar una vez que se apruebe el convenio correspondiente. Hay una excepción, y es cuando lo que se vende se encuentra hipotecado, en este caso el comprador se hace cargo de esa hipoteca. Pues a esto se acogieron BBVA y los otros dos bancos.

Por eso las condiciones de la compraventa consistían en que el pago se realizará mediante la cancelación de la deuda correspondiente a los inmuebles (174 millones) y el resto en metálico (58 millones).

Pero hay algo que no encaja bien. Limitándonos a El Saboyal, resulta que en esa operación de compraventa no solo se cancelaron las hipotecas de las parcelas vendidas sino también de otras. Exactamente se cancelaron 4,5 millones de euros de hipotecas de parcelas que ya estaban vendidas a particulares. Por ejemplo en los sectores A8, A9, A15 y A16, cuyas parcelas no fueron vendidas al BBVA, sin embargo se cancelaron sus hipotecas. Claro, que si el resto de acreedores no dijo nada, pues la operación siguió adelante.

En definitiva ahora MTF solo le debe al BBVA 20 millones.

Otra cosa importante es que "los compradores asumen la obligación de afrontar las cargas derivadas del desarrollo urbanístico de los activos", lo que en la práctica significa que el BBVA tendrá que ayudar a pagar la urbanización de las calles. Esto es razonable porque al fin y al cabo cada parcela le ha costado en promedio unos 110.000 €, que es un precio más barato que en los casos de las ventas ya realizadas a compradores particulares.

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